Seguidores.

miércoles, 6 de julio de 2011

Punto y final.

Y de repente ocurre. Comienzas a recordar cada mañana a su lado, cada tarde acostados en la playa, cada noche hablando por teléfono, cada mirada tonta, cada abrazo significativo, cada beso con el que podías tocar el cielo.. Y te das cuenta, de que todo ha terminado, de que, de alguna manera u otra, ya nada volverá a ser igual. Pero no lo echas de menos, no. Lo único que te hace sentir extraña es la simple razón de que siempre te va a faltar algo, por que lo que él te daba, nadie más te lo volverá a dar; por que lo que un día sentiste, ya no lo volverás a sentir nunca más. Puede que sea miedo también, miedo de no volver a ser tan feliz, ni de tener la sensación de vivir en un mundo aparte junto a él; solos, los dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario